jueves, julio 23, 2009

Intervención a un diario

“Pero yo, precisamente, siento que llego al
fondo con demasiada frecuencia y con demasiada intensidad, para que, ni siquiera
a medias, pueda sentirme satisfecho. Y me basta con sentir ese fondo
ininterrumpidamente durante un solo cuarto de hora, y ya el mundo ponzoñoso
fluye en mi boca como el agua en la boca del que se ahoga.” Franz Kafka.
Tengo que volver a la superficie, a respirar, a dejar de lado, por un rato, esas dolencias del adentro, que hoy no duelen, lo hicieron. Lo que sí duele es volver a ellas. Transportarme a esa parte de mi, que empujé y empujo más abajo cada día. El masoquismo obliga a cerciorarme que siguen ahí, que no las perdí. Que no olvide por completo, sólo de a ratos.

Cada día que pasa me obligan a ir más lejos para volver a ellas. Vivo poniendo capas sobre capas, que las distancia de mi hoy, las cubren por completo. Cómo me cuesta alcanzarlas, estan realmente profundo. Me esfuerzo. Llego. Me siento a mirarlas, a recordar por qué dolieron. No logro aguantar el aire tanto tiempo. Respiro. De nuevo. Más y más. Mis pulmones se llenan de polvo.
La superficie esta allá, pero casi no logro verla. Miro hacia arriba y lo que veo son capas sobre capas que me cubren, que no me dejan subir. Sigo respirando polvo, finísimo polvo. Esta oscuro.

Creo que yo me convertí en un recuerdo, de alguien que me esta olvidando.

3 comentarios:

Let dijo...

creo que yo también...

Estresha dijo...

Quien escribio esto COÑO???
Tengo los ojos llenos de lagrimas. A veces lo que no deja de doler y queda bajo capas esta ahi como de reserva para el que encuentra agradable el gusto de las lagrimas. Masoquismo? No se ,lo que sea, del dolor salen cosas lindas y siempre se llega a la superficie otra vez para respirar profundo y escribir algo groso como lo que acabo de leer.

The Tarambana dijo...

En mi caso, creo que escribo mejor desde ahí abajo, a oscuras. Todos somos un poco masocas, es hora de sincerarlo, ¿no?

Gracias por compartir que compartimos estas cosillas.