A veces me siento oscuro, pero no tanto. Otras creo ser claro, aunque tampoco.
Me quedo a mitad de camino. Ya no sé si quiero ser una cosa o la otra, olvide desde dónde partí y hacia dónde iba.
No me decido. Decidir implica renunciar a lo otro, no quiero renunciar.
Nunca desempato.
A los demás, les cedo el protagonismo de sus verdades; yo me quedo sólo, con mis verdades a medias. Escucho las dos campanas. Me balanceo y trato de no caer hacia ninguno de los dos extremos. Vivo en el equilibrio de una balanza rota.
No tomo partido, no pongo las manos en el fuego, no me la juego, ni por vos ni por mí. ¿Para qué jugármela? Si lo hago tengo el riesgo de perder.
Coqueteo con mis dos caras, me pongo un rato cada una. Necesito estar en la misa y en la procesión. Soy el que no da respuestas, la personificación del oráculo, escupo sentencias ambiguas que me permiten tener siempre una razón inexistente, quizás la única verdad, la que abarca todo, sin aferrarse a nada.
No vengan a mi buscando respuestas, soy simplemente un gris.
martes, marzo 31, 2009
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11 comentarios:
Brindo por todo eso
Mr. D
si estas en el bosque, y te encontras con un oso (enorme y feroz).
corres...
te das cuenta que sentis miedo.
que te lo causo? el oso o correr?
quedarte parado no era una opcion. es imposible.
la vida es movimiento.
si no jugas...perdes la oportunidad de divertirte...
(saludos)
desde algun lugar del mundo
(gracias por abrirme la cuenta, algun dia la usare)
(por ejemplo, ahora jaja)
No era oportuno aclarar por anticipado que el texto estaba basado en una consigna del taller. Nos pidieron que escribamos desde un color, el que sea, y que veamos cómo nos sentíamos. El que primero me vino a la mente fue el gris porque es cláramente algo en el diome, ni muy muy, ni tan tan.
No es porque adhiera con su ideología de medias tintas.
Beso y gracias por darte una vuelta a saludar!!
El color gris será en usted lo intermedio, ambiguo y poco definido, pero en la ruta que me lleva a mi casa de Bladivostok, el gris es el color del concreto sobre el que ando y del tapizado del Lada Niva donde apoyo mi culo cansado, también el de los trapos viejos de mi lavadero y el de las palas del ventilador barato que compré en las rebabajas de invierno para mi granja de verano en Leningrado o San Petersburgo, también es gris el sombrero de Natalio Ruiz. Como siempre es un placer leer sus más profundas reflexiones, desde algún lugar de la estepa siberiana, le acerco mi más afectuoso saludo. Dimitri Garchanov Culienev.
El gris te lo eligieron o lo elegiste vos?
Si te lo eligieron entonces el exterior te dice que hacer, si lo elegiste vos, elige tu propia aventura.
El gris lo elegí yo, así que en rigor de verdad, creo que soy un poco gris, pero sólo de a ratos.
pero elegiste finalmente algo.. el gris!
pero el gris lo elegiste vos! Al menos elegiste!!
A veces el gris es la calma, ni la euforia ni la depresion. Es el lugar intermedio que es el mas sabio.
Pero bueno.. a cada cual lo que le sirva para resolver el crucigrama.
Mentiría si dijera que no me siento identificada. El gris, qué lugar indefinidamente gris.
Saludos, E.F.
El gris está bien supongo... y te lo dice la persona más extremista del planeta...
Lo que está bueno en realidad no es que seas gris, sino que estés consciente de tu gris. Y que no renieges de él.
el gris es la posición más cómoda para cualquiera, aveces tambien soy gris...
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