jueves, abril 04, 2013

Temón.

Hay un eco que resuena pero no viene de ningún lado, es solo una vibración de algo que nunca llego a ser y ahora toma sentido de melodía de lo que pudo haber sido. Escribo sin parar y siento que me voy a un lugar hondo, un espiral descendente de complicación mental que no me deja volver a algo tan simple como "que temón", lo que es mucho mas que un "buen tema".
Un temón va por el camino de los pocos sin tiempo. Esos que aparecen antes de su momento y se quedan esperando a que los alcancen los que vienen de paso. Hay una perpetuidad casi maldita en esos acordes que cruzan barreras generacionales, una eternidad sádica que se regocija viendo como muchos pasan sin dejar sombra mientras otros tapan mundos enteros con colores inventados.

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